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El piloto británico de McLaren-Mercedes, Lewis Hamilton, fue objeto de
insultos racistas el viernes y el sábado durante los entrenamientos en
el circuito de Montmeló, cerca de Barcelona, señala este domingo
la prensa española.
Lo que debería haber sido una jornada tranquila y de disfrute de los
bólidos y sus pilotos, se transformó en un devenir de gritos y
descalificaciones contra el británico y su escudería, así
como contra Ron Dennis.
Los más sorprendidos de todo este espectáculo fueron los propios
técnicos e ingenieros de McLaren, que simplemente no entendieron las
razones de tanta crispación. El jefe de pruebas de la escudería,
Indy Lull, manifestó que “no es una manera justa de ser tratado”,
mientras que el director del circuito, Ramón Pradera, comentó
que se había alejado a los aficionados del box de McLaren “para
no entorpecer el normal desarrollo de su actividad en el circuito”.
De acuerdo con artículos en varios periódicos, el corredor de
McLaren fue abucheado e insultado el sábado cada vez que salía
de las instalaciones del equipo o se dirigía hacia el box.
El corresponsal del diario deportivo Marca indicó que se oyeron claramente
gritos de “puto negro” y “negro de mierda” lo que no
se trataba de casos aislados sino de la conducta general en las gradas.
El resto de la jornada fue similar cada vez que Lewis salía a pista.
Esa actitud contrastaba con la de los vítores hacia Alonso en cada tanda.
Lo que debía haber sido una fiesta con 25.000 personas en el Circuit
se convirtió en un inesperado espectáculo. La abundante prensa
internacional tampoco salía de su asombro. Hasta los más cercanos
a Alonso comentaban en privado: “La gente es muy bestia”.
Hamilton no cuenta con las simpatías de la afición española
debido a su rivalidad con su ex compañero de equipo Fernando Alonso.