En esta tercera etapa de Gales, los sentimientos han presidido una jornada deportiva en la que, además del triunfo del piloto francés, se han vivido despedidas importantes, como la del hasta ahora jefe del equipo Citroën Total, Guy Fréquelin, y también la del gran rival de Loeb en estas últimas temporadas, Marcus Grönholm. Dani Sordo hablaba de ello antes de iniciarse la etapa: “Las cuatro especiales que componen el día de hoy tienen una gran importancia y no por su dificultad, sino porque son el examen a toda una temporada de trabajo. Este último día supondrá una larga jornada de stress que habrá que saber gestionar sin cometer errores”.

El piloto de Citroën llegó a territorio británico con una ventaja de seis puntos sobre su único rival, Marcus Gronholm, por lo que no arriesgó durante el fin de semana y se mantuvo a la estela de los líderes.

El joven finlandés Mirko Hirvonen fue el ganador por delante de su compatriota Gronholm, ambos en Ford.

"Es increíble. En verdad que fue un gran campeonato mundial", expresó Loeb.

"Tuvimos una gran lucha con Marcus durante todo el año y finalizar con sólo cuatro puntos de ventaja lo hace más especial".

La etapa de Sordo ha sido prácticamente calcada a la de su jefe de equipo, efectuando dos giros a los dos tramos señalados en el recorrido sin más ambición que llegar a la meta: “Misión cumplida, hemos llegado y cumplido nuestro objetivo. Una vez más, he podido comprobar lo importante que es tener experiencia para gestionar tu carrera en unas condiciones tan difíciles como las que nos hemos encontrado en Gales. Esta experiencia es la que te permite ser rápido y constante sobre tierra”.