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Nissan anunció ayer el lanzamiento inminente de su flamante nuevo superdeportivo
de 4 plazas, el Nissan GT-R, un vehículo que atesora unos números
que asustan: 480 CV de potencia, un par motor de 588 Nm de 3.200 a 5.200 r.p.m
y un nuevo motor VR38 de 3.8 litros con doble turbo.
El GT-R es la variante más deportiva del Nissan Skyline y eso se ve
a simple vista por las fluidas formas del vehículo. Su aspecto es musculoso
y no hay nada en él que no esté concebido para atravesar el aire
con la mayor suavidad posible. El Nissan GT-R se ha desarrollado siguiendo un
nuevo concepto de entendimiento y apreciación de las fuerzas naturales
terrestres, gravedad, inercia y aerodinámica, que se traducen en un diseño
completamente nuevo que optimiza al máximo la adherencia de los neumáticos
y el flujo de aire. Su carrocería mide 4.665 mm de largo, 1.895 mm de
ancho y 1.370 mm de alto. Es decir, tiene unas proporciones parecidas a las
de un Aston Martin Vanquish S.
La carrocería está hecha a partir de elementos de fundición
de aluminio (también en ciertas partes de la suspensión), acero
y fibra de carbono (algunas piezas del frontal y el difusor de la parte trasera
de la carrocería).
El coeficiente aerodinámico Cx del GT-R es sólo 0,27, un valor
extraordinariamente bajo para un coche con alerones y entradas de aire tan grandes.
En parte, el resultado del Nissan es así de bueno porque la carrocería
está carenada por su parte inferior.
El panel de instrumentos se compone de unos clásicos indicadores esféricos,
con un gran cuentarrevoluciones en el centro y un velocímetro que muestra
un tope de 340 km/h. Asimismo, un interruptor en el centro del panel de instrumentos
permite al conductor ajustar los cambios de transmisión, los amortiguadores
y el Vehicle Dynamic Control en tres posiciones diferentes: Normal, Confort
o Marcha atrás.
Para ampliar la información al conductor, el Nissan GT-R también
incluye en el panel de instrumentos información mecánica y de
conducción como la abertura de aceleración, presión del
pedal de freno y ángulo de viraje, y un mapa para cambios de marcha óptimos.
El equipamiento de seguridad que tendrá en Japón incluye un sistema
que eleva el capó unos centímetros para proteger al peatón
en caso de atropello. Hay airbags frontales para las plazas delanteras, mientras
que los laterales y los de cortinilla sólo lo tendrán las versiones
más equipadas (en Japón habrá tres niveles de equipamiento).
Quizá lo verdaderamente relevante, y la verdadera razón de que
este vehículo esté destinado a cambiar el mercado es su precio,
se especula que podría llegar rondando los 80 o 90 mil dólares,
con lo que no solo pone a temblar a un Dodge Viper o un Corvette Z06 por ese
precio, sino que además presume de un refinamiento y comportamiento equiparable
al de vehículos como el 911 Turbo de Porsche que cuesta 160.000 dólares.
Este deportivo con carrocería cupé se comenzará a vender
en España sobre finales de 2008.