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El bicampeón mundial de Fórmula 1 rechazó una invitación
de la cúpula de McLaren a un crucero en las Islas Baleares, según
el diario español Marca, que dice que "el piloto asturiano ya no parece
dispuesto a dejarse engañar ni una vez más por sus actuales jefes,
en los que ha perdido toda su confianza".
El motivo de la reunión era suavizar tiranteces y llegar a un pacto
para poder convivir de aquí a final de temporada, sin que se repitan
situaciones como las que acaecieron en Hungaroring, donde Hamilton desoyó
las órdenes de equipo y Fernando asistió atónito a una
sanción de la FIA. En buena lógica, Alonso debió entender
ese viaje como la visita a la guarida del enemigo y que ese tipo de acciones
bien pueden hablarse el jueves del próximo Gran Premio que tendrá
lugar en Turquía la próxima semana.
Para evitar mayores enfados, el español ha decidido no acudir a una
reunión sorpresa y de urgencia en aguas de Menorca.
La prensa del corazón ya ha conseguido conocer la identidad de la misteriosa
morena que acompañó a Lewis Hamilton durante su paseo por la playa
de Saint Tropez y en la cubierta del yate Kogo.
Se trata de Sara Ojjeh, dieciocho años, hija del multimillonario Manssour
Ojjeh, copropietario de McLaren (tiene el 15% del equipo, el mismo porcentaje
que Dennos), propietario de TAG y también del espectacular yate Kogo.
Lewis Hamilton lleva días con Mansour Ojjeh en el yate del magnate fondeado
en aguas de Menorca. El piloto británico está viviendo un romance
con la hija de su jefe y en el barco de 'papa' está planeando los últimos
asaltos antes de final de temporada.
La prensa española insistió ayer sobre la posibilidad de que
Alonso retorne a Renault, a partir de gestiones del director de esa escudería,
Flavio Briatore, que incluirían la vuelta del principal patrocinador
que tuvo el equipo: la firma Telefónica.