La apuesta de Chrysler para 2005 se llama Firepower. Es un coupé de 2+2
plazas, concebido a partir de la plataforma del Dodge Viper, pero con cambios
significativos en su aspecto final. Estéticamente es muy elegante y destaca
por un prominente morro y una zaga muy ancha, al estilo de antiguos bólidos.
El nuevo roadster se distingue también por su amplia superficie acristalada
que, desde el techo, se extiende hacia la trasera ofreciendo una mayor sensación
de espacio a los ocupantes.
En el apartado mecánico, el Firepower se desmarca del Viper, montando
el mismo propulsor V8 HEMI de 6,1 litros y 425 CV de potencia que ya luce el
300C SRT-8. Ahora, asociado a una caja de cambios automática de 5 velocidades,
ofrece unas prestaciones de auténtico vértigo. Según las
cifras oficiales, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y de
alcanzar una velocidad máxima de nada menos que 300 km/h. Eso sí,
tanta potencia llega también acompañada de un guiño a la
seguridad. El prototipo monta un sistema de frenos Brembo con discos de 14 pulgadas
y unos neumáticos de 275/35 en el eje delantero y de 335/30 en el trasero.
Las llantas son de 19 pulgadas delante y de 20 detrás.
La tracción es a las ruedas traseras y tiene un cambio de marchas automático
de cinco velocidades con posibilidad de selección secuencial. Las ruedas
delanteras son unas 275/35 R19 y las traseras unas 335/30 R20. Entre los materiales
de revestimiento hay fibra de carbono, aluminio pulido, piel o madera de arce.
El interior ofrece un cómodo alojamiento para dos personas y es bastante
elegante considerando que se trata de un deportivo. Combina color negro en bordes
de puertas y butacas, con crudo en el volante y centros de butacas y puertas.
Los relojes indicadores tienen fondo blanco y son de gran tamaño. Si
bien las ventanas son diminutas, el techo transparente permite muy buena iluminación
natural en el habitáculo.Fuentes de Chrysler han señalado que
este espectacular deportivo se situará en la gama inmediatamente por
encima del Crossfire.